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Las personas pasan gran parte del día en el trabajo. Alguien infectado puede dejar virus en cada superficie que toca, por lo que la limpieza y desinfección en el ámbito laboral adquiere gran importancia. Recomendaciones para reducir las vías de contagio
Durante la temporada invernal suelen incrementarse las enfermedades respiratorias, en especial la gripe, puesto que los lugares suelen estar poco ventilados debido al frío, generando así ambientes propicios para la propagación de enfermedades infectocontagiosas.
Los ambientes laborales no están exentos de este problema, todo lo contrario. Las personas transcurren gran parte del día en oficinas y lugares de trabajo cerrados como nunca antes en la historia; espacios con poca ventilación y en contacto directo con otras personas. Esta situación incrementa el riesgo de contagio de enfermedades respiratorias.
Aunque parezca curioso, el principal agente transmisor de estas enfermedades son las manos, dado que el contagio se produce fundamentalmente por contacto directo con superficies y objetos con presencia de virus. De esta manera, una persona infectada que asiste a trabajar deja virus viables en cada superficie y elemento que toca. Por esta razón intensificar rutinas de limpieza y desinfección en los lugares de trabajo es clave para evitar la propagación de infecciones respiratorias y evitar las vías de contagio hacia otros lugares como el hogar y las familias.
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